La histórica y persistente lucha de las mujeres ha permitido que ellas y la comunidad en su conjunto transiten progresivamente de la total exclusión al reconocimiento pleno de sus derechos políticos, hasta conquistar la paridad de género.
La reapertura democrática en 1982, entre los hitos más sobresalientes, permitió el establecimiento de la cuota de género (30%) en 1997 y el Principio de Equivalencia, la equidad de género e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres para el ejercicio de sus derechos, individuales y colectivos (50%) en 2009. Este último hito fue resultado del proceso constituyente y la aprobación de un nuevo texto constitucional, mismo que promueve y garantiza la participación política de las mujeres a partir de un conjunto de valores (igualdad de oportunidades, equidad de género en la participación y equivalencia de condiciones entre hombres y mujeres) y principios (paridad y alternancia).
Estas conquistas se han traducido en una creciente participación política de las mujeres, lo que constituye un importante avance en el proceso de construcción y profundización de la democracia intercultural en el Estado Plurinacional de Bolivia.